Los muebles para 2025 se centran en la comodidad, la sostenibilidad y la expresión personal. Los tonos neutros cálidos como terracota, beige y oliva dominan los catálogos, mientras que la madera natural sin tratar vuelve con fuerza. Se imponen las formas orgánicas y los diseños con curvas suaves, dejando atrás las líneas rectas y frías. La mezcla entre estilos también se posiciona: una mesa rústica puede convivir perfectamente con sillas modernas, aportando dinamismo a los espacios.
